jueves, 27 de diciembre de 2012

Lola

Aquí os publico un testimonio más, el de Lola, que nos explica cómo conoció a El Señor mientras aún vivía en "Los Chopos" y cómo le ha cambiando la vida desde entonces.

"Me llamo Dolores, pero todos me conocen como Lola, y voy a contarles que, mi marido y yo, somos de un pueblo muy cerca de "Los Chopos", aunque actualmente vivimos en Madrid, desde aquí hicimos un viaje para visitar a la familia del pueblo y decidimos pasar por la casa del Señor, donde le conocí.
Cuando llegamos había muchísima gente, de muchos sitios distintos, y cuando El Santo Manuel salió nos dio a todos su bendición y lanzó unos "vales" de los que no pude coger ninguno. Se lo dije y él me lo dio con una sonrisa muy especial, así le recuerdo, como una persona irrepetible que hacía que en su casa se respirara un aroma indescriptible.
Esos "vales" que Él lanzaba a la gente eran para que pudieran comprar pan, pero yo no lo supe hasta años después. Desde hace 35 años lo guardo como la mayor reliquia que hay sobre la tierra, y hoy lo voy a compartir con todos vosotros.

Ahora sólo puedo darle las gracias por haberme puesto a María en el camino, que me permite volverlo a ver cada Jueves.
A María la conocí hace 18 años, me hablaron de ella y fui a verla con mi hija. Habíamos perdido a mi madre hace unos meses y lo estábamos pasando muy mal, en especial mi hija que, al estar muy apegada a su abuela, sufrió una anorexia nerviosa que, gracias a María y a las manos del señor se curó. Por ello, le doy unas gracias infinitas a El señor por haberme concedido la gracia de conocerle y a María, que con sus manos, con las manos del señor curó a mi hija que desde entonces no se separa de su fotografía.

¿Qué puedo decir de María?, es tan especial, tan diferente a todo lo que os habréis imaginado que no sé cómo se puede describir a alguien dotado de semejante gracia, humildad y ganas de vivir ayudando a los demás. Está llena de generosidad y bondad, siempre está ahí cuando la necesitamos y da todo lo que tiene por que seamos felices.
Todos los Jueves estamos con María para rezar el rosario en su casa; se respira tanta paz y tranquilidad que al salir parece que fuéramos otra persona .... porque sus manos son las del señor, y eso no hay lugar en el mundo para igualarlo.

Que Dios os bendiga.
Lola"



Como podéis ver, acompañando al testimonio de Lola, os he publicado una imagen de los "vales" de los que os ha hablado anteriormente. Con cada uno se podía comprar un pan e iban destinados a las personas con menos recursos, para que nos les faltara el pan en sus casas.
Gracias por estar ahí cada vez que publico algo nuevo, sin vosotros al otro lado del ordenador no sería posible dar a conocer lo que El Señor y María hacen y han hecho a lo largo de los años.
Mari.

viernes, 14 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad!

No se me ocurre otra palabra mejor para describiros a todos vosotros que "afortunados", porque no sólo María os escribe personalmente si no que me ha confiado unas palabras para felicitaros las navidades:

"Jesús nació para todos nosotros, nos trató a todos por igual y, por ello, no desea otra cosa más que todos tengamos un pedazo de pan que llevarnos a la boca. Quisiera deciros que, aprovechando que este año tengo la oportunidad de comunicarme con vosotros a través de este blog que, esto no es así, que hay muchos ricos y muchos pobres, que Jesús no vino a este mundo sólo para unos pocos poderosos, que está en todos nuestros corazones, ricos, pobres, grandes, pequeños, cristianos, musulmanes, budistas ... que si tuviéramos una pizca de humanidad entre todos conseguiríamos que todo el mundo disfrutara de agua y alimentos, de una forma más o menos lujosa, pero lo tendrían; por esto os pido que aquel que esté leyendo esto y tenga la oportunidad comparta lo que Dios nos ha concedido; que el sol sale para todos y no sólo para los que tienen fortunas inmensas, que todos al nacer estamos desnudos y que no conozco a nadie que haya venido al mundo vestido, por ello, este pan que veis en la imagen es el símbolo de lo que debe haber en nuestras casas, la sencillez y humildad de algo tan imprescindible como la comida. Aunque, a veces, se utilice este propósito nada más que para el beneficio propio. Esto último no lo digo para que se lo lleve el viento, si no porque hace un par de días oí en un programa de televisión que ahora hay más pobres que antes, que hay gente en particular que llevaban una vida de alto nivel y que, ahora, lo está pasando mal, que se verían obligados asistir a los comedores sociales para poder vivir el día a día pero que les da vergüenza hacerlo. En mi opinión todos somos iguales, si a ellos les da apuro que les vean siendo ayudados por los demás para poder comer, a los demás les sucede lo mismo. Bien, pues en este momento intervino un cura, el padre Ángel, diciendo que iba a proporcionarles unos "vales" con los que podrían comprar lo que necesitaran en El Corte Inglés. ¿no somos todos iguales? Es realmente vergonzoso que una persona de la Iglesia discrimine de esta forma a las personas que tienen o han tenido dinero de las que no.

Pensad en estas cosas cuando veáis la comida de la cena de Nochebuena o Navidad, sentid que tenéis la fortuna de  poder comer y acordaros de toda la gente que no puede hacerlo.

Feliz Navidad a todos.
María."



miércoles, 5 de diciembre de 2012

Testimonio de Beni.

Hoy voy a cambiar un poco la tónica de las anteriores publicaciones y me voy  a decantar por publicaros el testimonio que ha dejado en mis manos Beni, en el que nos cuenta algo que ocurrió hace algún tiempo en casa de María. No voy a hablar más, sino que os dejo que lo leáis y disfrutéis:

"Soy Beni, y quiero compartir con vosotros un capítulo del gran libro de la vida que El señor comparte con todos nosotros. Tal y como empiezan los cuentos, ocurrió en casa de María 6 años atrás, una buena tarde en la que nos reunimos para conmemorar el día de la Virgen de la Inmaculada. Estábamos rezando el rosario  cuando El Señor se manifestó en María; entonces pidió que le trajeran un cuchillo y una calabaza, que una de nosotras llevábamos en una bolsa. No salíamos de nuestro asombro mientras veíamos cómo con la puntita del cuchillo dibujaba la cara de lo que después sería "La Virgen de las Lágrimas".
La bautizó así porque en cuanto terminó de hacerla empezaron a brotar lágrimas de sus ojos (tal y como podéis comprobar en la imagen que os pongo debajo) y, desde entonces, todos llevamos su imagen con nosotros.

Que Dios les proteja.
Beni."

Aquí os dejo a imagen de La Virgen de las lágrimas, imagen que nos recuerda que El Señor siempre va con nosotros, allá donde estemos, por muy lejos que vayamos o diferentes que seamos. Para que nos demos cuenta que una calabaza es igual de valiosa que la más cara de las imágenes del Vaticano.
Mari.